DETRAS DE LA MURALLA
Observando la escena del crimen, finges estar asqueado y asustado
Aunque ellos no saben lo que estás sintiendo
Caminas alrededor de los cadáveres, imágenes de una pesadilla
Y las haces imágenes de tus sueños
Entonces, encuentras a una chica sin cabeza
Fue atacada desde atrás, como puedes ver
Entonces quieres probar sus labios y tocar su carne
Nunca es suficiente para ti, no es así?
Su quijada está a dos pies de ahí, sus manos están desaparecidas
No quieres encontrar donde están?
Echa una mirada por la ventana...
¿Qué es eso, detrás de esa muralla?
Oh, Dios, no puedes dejar de pensar en eso!
'Quizás sus manos están allí, detrás de esa muralla!'
No hay razón para un asesinato
La próxima podría ser tu hija
Cierra las puertas, compra un arma
Debes estar listo para cuando ellos lleguen
Buscando más información alimentarás tu imaginación
Inclinaciones necrofílicas pata tener una nueva sensación
'Oh, soy yo lo que quieres ver
Observa mis músculos, sé mi asesino
Y quizás puedas ser yo
La próxima vez...'
Un pensamiento morboso crece y crece
Como un cáncer en tu cerebro
No puedes dejar de pensar en sus heridas, la virgen de mármol en una tumba
Sin manos, sin quijada sin alma, sin dolor
Sin rostro, sin lágrimas sin semen
Sólo sangre!
Después de todas las cosas que ellos muestran
Ellos expondrán tu cabeza explotando
Ves a las personas en quiénes confías con un tóxico sentido de lujuria
Cuchillas y sierras vibrando para iniciar su mutilación
No puedes detenerlo, aunque estés rezando
Sueña por un rato, la voz de ella continúa diciendo:
'Oh, soy yo lo que quieres ver
Observa mis músculos, sé mi asesino
Y sé que serás yo
La próxima vez...'
Su quijada fue quebrada y extraída mientras permanecía viva
Y quizás sus manos corrieron igual suerte
La autopsia mostró otros datos escalofriantes:
Que ella murió en suave, suave dolor
Su lengua también fue cortada, por eso no hubo gritos
Pero aún faltan sus manos
Adelante, sé valiente, ve a aquél lugar que viste antes
Al otro lado de la calle
Y eso haces
Pero, oh Dios!
Oh, Dios mío!..
Detrás de esa muralla, encuentras...
